viernes, 3 de diciembre de 2010

Los Arrecifes

Los Arrecifes

Un arrecife de coral es un tipo de arrecife biótico que se desarrolla en aguas tropicales. Son estructuras sólidas del relieve del fondo marino formadas predominantemente por el desarrollo acumulado de corales pétreos, no obstante también se pueden encontrar en la Zona nerítica debido al oleaje y las corrientes marinas,estas zonas reciben un flujo contínuo de nutrientes, lo que las convierte en hábitats ideales para una gran diversidad de especies acuáticas.
Por su situación estratégica entre la costa y el mar abierto,Los arrecifes sirven de barreras que protegen a los manglares y praderas de yerbas marinas de los embates del oleaje; los manglares y praderas de yerbas, a su vez, protegen al arrecife de la sedimentación y sirven de áreas de reproducción y crianza para muchas de las especies que forman parte del ecosistema del arrecife.
Aunque los corales suponen la mayor parte de la infraestructura y la masa de un arrecife de coral, los organismos más responsables en el crecimiento del arrecife contra el constante acoso de las olas oceánicas son las algas calcáreas, especies de alga roja. Los corales no realizan fotosíntesis, pero viven en una relación simbiótica con estas algas microscópicas que sí realizan la fotosíntesis, como peridinios dinoflagelados (Zooxanthellae).
Para garantizar el crecimiento del arrecife de coral se requiere una temperatura del agua de entre 20 y 28 °C. Los arrecifes de coral se encuentran en los océanos, generalmente entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio, debido a que los corales constructores de arrecifes viven en estas aguas. Estos corales se encuentran principalmente en la zona fótica (menos de 50 metros de profundidad), donde la luz solar alcanza el suelo y ofrece a los corales suficiente energía.
Debido a esto, los arrecifes de coral crecen a mayor velocidad en aguas cristalinas, donde la luz solar es menos absorbida por el agua oceánica.
Existen diferentes tipos de corales: los corales blandos o ahermatípicos y los corales duros, mejor conocidos como pétreos o hermatípicos. En los arrecifes del Indo-Pacífico se han identificado hasta 700 especies, mientras que en el Atlántico hay alrededor de 145 especies y en el Caribe se han descrito 60 especies de corales pétreos. En ellos han evolucionado increíbles interacciones biológicas.
En la subclase Zoantharia o Hexacorallia, en el orden Scleractinia se encuentran los arquitectos del suelo marino, formadores de los arrecifes, los corales hermatípicos. Asociados a estos se encuentran corales blandos o córneos (subclase Alcyonaria) y el coral de fuego, Millepora alcicornis, de la clase Hydrozoa.
Como organismos unicelulares fotosintéticos, los dinoflagelados producen parte del alimento del coral y absorben un poco de sus productos de desecho.
La reproducción de los corales se puede medir de acuerdo a los ciclos lunares y las mareas.

  • Biología
De las aproximadamente 48.000 especies reconocidas de vertebrados, más de la mitad son peces. De estas, más del 60 por ciento viven exclusivamente en ambientes marinos. A pesar que los arrecifes de coral son menos del uno por ciento del área total de los océanos del mundo, aproximadamente la mitad de todas las especies conocidas de peces marinos se encuentran concentradas en estas aguas tropicales poco profundas.
Los humanos constituyen aún la mayor amenaza para los arrecifes de coral. En particular la contaminación terrestre y la sobrepesca son las mayores amenazas para estos ecosistemas.


  • Arrecifes coralinos más importantes 
Localización de los arrecifes de coral.
El arrecife de mayor longitud es la Gran Barrera de Arrecifes, en la costa de Queensland en Australia: tiene más de 2.000 km² y es una de las construcciones naturales más grandes del mundo.
Los arrecifes coralinos forman el hogar de muchos organismos marinos que allí encuentran alimento y protección contra los depredadores.
El segundo arrecife coralino más grande del mundo, el Arrecife Mesoamericano a lo largo de la costa de México, Belice, Guatemala y Honduras, se encuentra en el mar Caribe, extendiéndose por más de 700 km desde la península de Yucatán hasta las Islas de la Bahía en la costa norte de Honduras. Aún cuando mide un tercio de lo que mide la Gran barrera de coral, Gran Barrera Arrecifal de Australia, el Arrecife del Caribe Mesoamericano alberga una gran diversidad de seres, incluyendo 60 tipos de corales y más de 500 especies de peces.
El ecosistema también es el sitio de dos grandes iniciativas internacionales de conservación, una ya bien establecida y otra se está iniciando.
En 1998, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) identificó al arrecife del caribe mesoamericano como un ecosistema prioritario y una eco-región de importancia global, por lo que comenzó un esfuerzo de conservación del arrecife a largo plazo.

 
  • Arrecifes en el pasado

A lo largo de la historia de la Tierra, desde pocos millones de años después de que los organismos marinos desarrollaron esqueletos duros, casi siempre hubo arrecifes en los mares primitivos. Las épocas de máximo desarrollo fueron en el Cámbrico medio (520 Ma), Devónico (416-359 Ma) y Carbonífero (360-300 Ma), debidos a corales del extinto orden Rugosa, y Cretácico superior (99-65 Ma) y todo el Neógeno (23 Ma - actualidad), debidos a corales del orden Scleractinia.
No todos los arrecifes del pasado estuvieron formados por corales, así en el Cámbrico inferior (570-536 Ma) se debieron a algas calcáreas y a arqueociatos (pequeños animales filtradores de forma cónica, probablemente emparentados con las esponjas) y en el Cretácico superior (99-65 Ma) existieron también arrecifes formados por un grupo de bivalvos denominados rudistas (una de las valvas, hipertrofiada, formaba la estructura cónica principal y la otra, mucho más pequeña, actuaba de tapa).


  • Problemática

En la actualidad, podemos disfrutar de estos bellos ecosistemas que por desgracia se encuentran en problemas. Se distribuyen en ecosistemas y se encuentran amenazados por 2 tipos de causas: naturales y antrópicas (hombre como origen). En las primeras caben destacar los efectos de las olas generadas por los huracanes que azotan a los trópicos. Son también afectados por los cambios bruscos de temperatura y la salinidad del agua, 2 características ambientales clave y que afectan directamente a los animales en su conjunto, y la depredación por otros organismos tales como peces, caracoles y estrellas de mar, también perjudiciales para esta maravilla de animales acuáticos coloniales. En estos arrecifes se produce un crecimiento rápido de las algas que pueden matar a los corales al competir ambos entre sí por luz y espacio. Pero los corales han evolucionado durante millones de años para lograr adaptarse para mejorar su defensa frente a las causas naturales. Una muestra de estas adaptaciones son la alta fecundidad, la producción de nematocistos y extender sus pólipos solo de noche; muy exitosas hasta el momento.
Desafortunadamente hay otras amenazas para las cuales no se han adaptado, los llamados efectos antropogénicos tales como la contaminación, la destrucción de los manglares, la erosión del suelo, la deforestación, la sobrepesca, la extracción indiscriminada, los excesos en el turismo marino y el cambio climático son algunos de los factores que podrían desestabilizar el ecosistema. La contaminación puede afectar de varias formas a los corales, dependiendo de cuál sea el contaminante en cuestión que se esté dando, así pues tenemos como ejemplo:


  • Contaminación por petróleo

Los derrames de petróleo afectan la tasa de crecimiento y los sistemas de reproducción de los corales. Este impacto se ve agravado por los dispersantes utilizados después de un derrame, ya que aumentan las amenazas y pueden hasta matarlos. Los escurrimientos de combustible de los barcos también les causa daño: en 1998, el barco Emily Cheremie destruyó más de 400 metros de arrecife frente a las costas de Quintana Roo. Tras describir la contaminación por petróleo, hay que destacar que cualquier sustancia que afecte la claridad del agua, como el exceso de sedimentación causada por los dragados de las costas y la erosión ocasionada por la deforestación, afectará a las zooxantelas y su habilidad de fotosintetizar. Las aguas usadas y fertilizantes aumentan la cantidad de materia orgánica y por tanto causan eutrificación en el agua. Esto estimula el crecimiento de las algas que asfixian a los pólipos al crecer más rápido que los corales, y compiten por espacio en el suelo marino con éstos. Los contaminantes por agentes químicos o biológicos pueden ser tóxicos y matan los corales. La descarga de aguas calientes de plantas generatrices de energía es tan letal como cualquier veneno ya que los corales están adaptados a las temperaturas estables del trópico.


  • Turismo

El crecimiento de la actividad turística ha dañado a los arrecifes con las descargas de aguas negras y la contaminación tóxica. Los barcos que tiran las anclas en los arrecifes o que encallan pueden destruir un coral de más de cien años de edad en cuestión de segundos, tirando basura o alterando el equilibrio de las comunidades al pescar demasiados peces y poner en peligro la capacidad reproductiva de las poblaciones. Algunas evidencias que nos muestran que los arrecifes pueden estar en peligro están siendo reportadas en los últimos años. La existencia de buzos descuidados, pueden tocar y romper el coral; los turistas son también responsables del enorme crecimiento del comercio de curiosidades marinas, en especial de especies amenazadas como el coral negro. Además de ser un hábitat insustituible, los arrecifes son rompeolas naturales que se auto reparan y protegen el litoral, sin costos para el hombre. Los arrecifes de coral proveen alimento y protección para un sinnúmero de criaturas marítimas, como erizos, tortugas de carey, cangrejos, langostas y un largo etcétera. Alteraciones tanto naturales como realizadas por el hombre pueden afectar la compleja cadena alimenticia que se ha desarrollado alrededor del arrecife. Para poder enfrentar estos problemas y proteger a los arrecifes, debemos seguir actuando. Greenpeace trabaja por la protección de los arrecifes de coral a través de una combinación de esfuerzos locales, regionales e internaciones.

  • Cambio del clima global

La respuesta de estos ecosistemas ante el cambio climático se conoce como Blanqueo de coral. Cuando enfrentan un extremo y prolongado estrés por el calentamiento de las aguas tropicales, el coral expele las algas (zooxantelas) que viven en sus tejidos, con lo cual pierde su color natural y adquiere uno blancuzco; al perder su asociación con las algas, el coral muere. Se ha asociado esto a la mortalidad de muchas colonias de corales que en ocasiones parecen recuperarse naturalmente. La enfermedad de banda negra ha sido descrita como tejido necrótico que crece en los corales y parece ser causada por la cianobacteria Phormidium corallyticum. Este fenómeno se ha descrito en muchas áreas tropicales incluyendo el Caribe.
En sentido opuesto, los corales absorben el CO2 disuelto en el agua y lo incorporan a los arrecifes. De esta manera, contribuyen a reducir las acumulaciones de este compuesto en la atmósfera y disminuyen los riesgos del calentamiento global.

 
¿Cómo se produce un coral?
La reproducción de coral varía dependiendo de la especie. Algunas especies son hermafroditas, produciendo tantos espermas como huevos al mismo tiempo. Otras especies producen colonias de un solo sexo, por lo que una colonia produce espermas y otras solo huevos.
En la mayoría de las especies, el huevo y la esperma se liberan en el agua donde la fecundación ocurre al azar, teniendo como resultado una larva de coral. La larva es atraída naturalmente a la luz y nada a la superficie del agua donde permanece por varios días o aun semanas. Luego vuelve al fondo del océano donde se adhiere a una superficie dura.
En esta etapa el pólipo de coral comienza a reproducirse asexualmente duplicándose y formando una colonia de coral, que cuando madura repite el ciclo sexual de la liberación de huevos y esperma.
Extraordinariamente, en muchas partes del mundo, el desove en masa del coral ocurre en la misma noche una vez al año. Millones de huevos y espermas se liberan en el agua en el mismo anochecer en uno de los actos más asombrosos de sincronización conocido en el mundo natural!


¿Qué es un pólipo de coral?
Un pólipo de coral es el verdadero animal del coral, y juntos por millares forman las colonias de corales. Son parientes invertebrados de las anémonas y medusas. Estos pólipos usan el carbonato de calcio del agua para formar la estructura de piedra caliza que los protege, son de hábitos nocturnos, por lo que por la noche pueden apreciarse sus pequeños tentáculos cuando están alimentándose.
Los corales duros se alimentan por unas pequeñas algas, que viven y crecen dentro ellos, las que usando la energía solar para el proceso de fotosíntesis, le proveen hasta el 98 % de sus necesidades nutricionales. Por supuesto solo pueden vivir en aguas poco profundas donde llega la luz solar. También se alimentan capturando con sus tentáculos zooplancton por la noche.


¿Cómo se forma un arrecife de coral?
Un arrecife de coral está formado por numerosas colonias de coral y diferentes variedades de algas, esponjas, sedimentos y moluscos.
Son estructuras compuestas por muchas capas de pólipos y organismos vivos.
Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más antiguos del planeta. Las primeras etapas de la evolución del arrecife de coral comenzaron hace 400 millones de años. Algunos arrecifes de coral tienen más de 10.000 años. Su crecimiento varía según la especie siendo de 5 mm por año la variedad que menos crece.
Se estima que los arrecifes de coral cubren una superficie de 600 mil Km. cuadrados en el Pacífico, el Índico, el Caribe y el Mar Rojo, mayormente entre los trópicos de Cáncer y Capricornio. También podemos encontrarlos donde fluyen las corrientes cálidas como en Florida en el sur de Japón.
Los arrecifes de coral crecen principalmente en aguas cálidas, aunque los corales suaves pueden hacerlo en temperaturas más altas o más bajas, pero con una tasa de crecimiento mucho más lenta. Su desarrollo más importante es en aguas poco profundas y hasta los 12 m, aunque podemos encontrarlos hasta una profundidad de 90 m. No siendo aptos para el agua dulce, no están cerca de las desembocaduras de los ríos.
Arrecife de coral, cresta o parte elevada de una zona relativamente poco profunda del suelo marino, próxima a la superficie del mar. Está formada por una acumulación de aspecto y consistencia similar a la roca, de exoesqueletos calcáreos (que contienen calcio) de animales de corral, algas calcáreas rojas y moluscos. Construida capa a capa por los corales vivos que crecen sobre los esqueletos de las generaciones pasadas, los arrecifes de coral crecen hacia arriba a un ritmo de entre 1 y 100 cm. al año. Son tropicales, se extienden hasta 30° al norte y al sur del ecuador y sólo se forman donde la temperatura de las aguas superficiales no desciende nunca por debajo de los 16 ºC.
Arrecife de coral en el mar Rojo Los arrecifes de coral son los ecosistemas acuáticos más complejos del planeta. Aunque pueden ser encontrados entre los 30º de latitud N y S, los mayores arrecifes se encuentran entre los 4º latitud N y S de las partes occidentales de los océanos principales. Los arrecifes de plataforma pueden ser de varios tipos: atolones, costeros, barreras y de plataforma; los oceánicos, por otro lado, se desarrollan fuera de la plataforma continental, alrededor de las islas volcánicas. En los arrecifes de coral habitan un gran número de peces y especies



TIPOS DE ARRECIFE
Los arrecifes de coral son de tres tipos: arrecifes en orla, barreras de coral y atolones. Los arrecifes en orla se extienden hacia el mar desde la costa de una isla o del continente, sin que haya agua entre el arrecife y la tierra. Las barreras de coral se producen a cierta distancia de la costa, con un canal o laguna entre el arrecife y aquélla. Los atolones son islas de coral que normalmente forman un arrecife estrecho en forma de herradura, en el centro del cual se encuentra una laguna poco profunda.

Según su origen, configuración con respecto a la tierra firme los arrecifes se diferencian en arrecifes costeros, de barrera, de plataforma y atolones.

LOS COSTEROS: 
Crecen en aguas someras, bordeando una costa, muy cerca de ella o separados por un estrecho brazo de agua de poca profundidad.

LOS ARRECIFES DE BARRA: 
Se disponen paralelamente a una costa, pero están más alejados de ella, separados por un canal que llega a tener, en algunos casos, hasta 100 M. de profundidad, son mayores y se disponen de manera continua a lo largo de distancias más prolongadas.

LOS ARRECIFES PLATAFORMAS: 
Presentan la parte superior plana y alargada, debido a la acción conjunta de los vientos y corrientes locales predominantes.

LOS ATOLONES:
Son anillos de islas de coral; rodean una laguna central profunda, generalmente se encuentran en el mar abierto y están asociados a conos volcánicos.

Gran Barrera de Arrecifes, Australia
La Gran Barrera de Arrecifes, que aparece aquí en una vista aérea, es el arrecife de coral más grande del mundo. Se extiende aproximadamente 2.010 Km. desde la costa nororiental de Queensland, Australia. El arrecife es muy visitado por los turistas.


Isla de Fairfax, Gran Barrera de Arrecifes
La Gran Barrera de Arrecifes, que se extiende a lo largo de la costa nororiental de Australia, es en realidad una cadena de más de 2.500 arrecifes y varias islas pequeñas, entre ellas la de Fairfax, que aparece aquí.


Arrecifes de millones de años
Una pequeña parte de la Gran Barrera de Arrecifes de Australia puede tener más de 20 millones de años de antigüedad. El resto de este arrecife se ha formado en los últimos 2,5 millones de años. El mayor de este tipo y una de las grandes maravillas naturales del mundo (2.010 Km.), está situado al sur de la Península del Cabo York. Las condiciones que se dan para el crecimiento del coral son ideales y sus aguas suelen ser cristalinas. Las algas rojas y azul verdosas que están cerca de la superficie, dotan al arrecife de su color característico. Aunque gran parte de él queda protegido en parques nacionales, el incremento del turismo, de las prospecciones petrolíferas y de la extracción de la caliza, lo amenazan.


Gran Barrera de Arrecifes
La Gran Barrera de Arrecifes es el sistema más grande del mundo de arrecife coralino e islas, y se extiende por unos 2.300 km a lo largo de la costa oriental de Oceanía. Una línea casi continua de rompientes marca la ubicación de los arrecifes más externos, que limitan el margen de la plataforma continental. Entre los arrecifes más externos y la playa hay muchos arrecifes internos con forma semicircular llamados atolones. Las aguas transparentes, cálidas y poco profundas, del Mar del Coral ofrecen las condiciones ideales para los corales y algas que conforman el arrecife y para la extraordinaria diversidad de vida marina relacionada con ellos. Las pequeñas islas que coronan algunos de los arrecifes internos son estables gracias al desarrollo de vegetación. Muchas de ellas son parques nacionales y algunos de los arrecifes son parques nacionales marinos.


Atolón de las Islas Fiji
El término atolón hace referencia a una isla de coral con forma de anillo, o a varios islotes que forman parte de un arrecife de coral y que rodean una laguna central de agua marina poco profunda, llamada lagoon. Muchas de las islas que configuran el archipiélago Fiji, situado en el océano Pacífico sur, forman atolones.


Isla de Fairfax en la Gran Barrera de Arrecifes
La Gran Barrera es el más largo arrecife de coral del mundo. Se extiende unos 2.000 Km. a lo largo de la costa noreste de Australia y, en realidad, consta de más de 2.500 arrecifes y pequeñas islas. La isla de Fairfax, frente a la costa de Queensland, forma parte de la Gran Barrera.

 
IMPORTANCIA DE LOS ARRECIFES DE CORALES


Además de la alta diversidad en que viven y se desarrollan estos ecosistemas, son comunidades marinas muy productivas. Ellos juegan un papel critico como áreas de hábitat y protección de aproximadamente 10ª 20% de las pesquerías del mundo. Están íntimamente relacionados a otras comunidades marinas tales como bosques de mangle y pastos marinos, además de tener una dinámica directa con el mar abierto, con aspectos como transporte de larvas, corrientes, dispersión de plantas, nutrientes y materia orgánicas, además protege a los litorales del daño de las olas, tempestades y de la erosión.

Recientemente se han realizado descubrimientos de diversos medicamentos como anticoagulantes y agentes contra el cáncer, como las prostaglandinas, que se obtienen de organismos que viven en los arrecifes. Obviamente hay que mencionar además la importancia económica y turística que representa para muchas zonas en el mundo que dependen de estos ecosistemas para desarrollarse.


NICHO ECOLÓGICO

Nicho ecológico, condiciones ambientales, determinadas por todos los rasgos del ambiente, dentro de las cuales o en las cuales los miembros de una especie pueden sobrevivir o reproducirse. Los rasgos ambientales pueden incluir la temperatura, la vegetación, el aporte de comida y si el medio es terrestre o acuático. Cada rasgo del ambiente, como la temperatura, debe mantener unas determinadas condiciones para que los miembros de una especie puedan vivir. Por ejemplo, en el caso del aporte de comida de un ave que se alimente de semillas, las semillas deben tener un determinado tamaño para que el ave pueda comerlas. En teoría, existe una gran cantidad de rasgos ambientales, y el nicho se define como la región con todos esos rasgos que es ocupada por una especie determinada. Algunos rasgos ambientales del nicho ecológico de una especie se conocen colectivamente como su hábitat.
De acuerdo con la teoría ecológica de la influencia, cada especie tiene su propio nicho, y la competencia entre las especies evita que una especie se expanda al nicho de especies vecinas. Por ejemplo, en los bosques de hoja ancha de Inglaterra viven tres especies emparentadas de aves: el herrerillo común (Parus caeruleus), el carbonero palustre (Parus palustris) y el carbonero común (Parus major). El herrerillo común es pequeño y se alimenta de orugas de menos de 2 mm en la parte alta de los robles; el carbonero común es más grande y se alimenta principalmente en el suelo de semillas y de insectos de más de 6 mm de longitud; y el carbonero palustre tiene un tamaño intermedio y se alimenta de insectos de 3 a 4 mm de longitud en arbustos o en las ramas bajas de los robles, hasta los 3 m de altura. Esas tres aves ocupan nichos distintos y separados. La cantidad de nichos de un ecosistema determina el número de especies que hay en él (es decir, su biodiversidad). La destrucción de los nichos debido, por ejemplo, a la destrucción del hábitat o a la extinción de las especies que sirven de alimento, reduce la biodiversidad. Cuando un roble cae, el nicho de varias especies de carboneros y herrerillos (así como el de muchas otras especies) es destruido.
Por ejemplo, el nicho ecológico que ocupa la mariposa monarca (Danaus) en el estado de oruga es ser herbívora, alimentándose de la planta flor de sesda (Asclepiass curassavica) en su estado adulto es nectarívora, visitando flores de diversas plantas. Por la competencia con otras especies la mariposa monarca se ha especializado, a través del tiempo, en dicha planta, que no es aprovechada por otras mariposas y, que a pesar de ser tóxica, la oruga soporta la toxicidad por una adaptación especial.
Por otra parte, el nicho ecológico del jaguar u otorongo en el bosque tropical es el ser carnívoro o depredador de animales grandes (venados, sachavaca, sajinos, etc.). Comparte el mismo hábitat con los venados, pero éstos son herbívoros. El nicho ecológico permite que en un área determinada convivan muchas especies herbívoras o carnívoras u omnívoras, habiéndose especializado cada una en una determinada planta o presa, sin hacerse competencia unas a otras. Esto se ha logrado a través de un largo proceso de especialización y qué implica que en el tiempo han sobrevivido las especies que han logrado adaptarse a una determinada función y han desarrollado hasta ciertos órganos especializados.
Un ejemplo muy característico lo constituyen los picadores. En el bosque amazónico y en una misma área podemos encontrar varias especies de estas aves, pero cada una se ha especializado en determinadas flores y sus picos varían en forma o longitud, según las flores de las especies de plantas que visitan.
Las distintas funciones de las especies permiten la convivencia de muchas especies en el mismo espacio, sin hacerse una competencia tal, que permite a todas vivir.
El concepto de nicho ecológico es importante para comparar distintos ecosistemas, como es el caso de las convergencias (especies muy distintas pero de hábitos similares), y la comparación entre diversas poblaciones del mismo ecosistema, posibilitando la explicación de la competencia y la coexistencia.
Es la función que cumple cada organismo en el ecosistema. Cada organismo tiene una función exacta dentro del ecosistema. El nicho está relacionado con la adaptabilidad de las especies y designa su ubicación en el ambiente global y su sistema de vida. Este término fue planteado por primera vez por el biólogo inglés Elton. El ecosistema busca el equilibrio y no una lucha competitiva e inútil y desgastadora, lo cual implica que solo existe una especie por nicho para evitar la competencia, esto es lo que llamamos el Principio de Gausse. El nicho regula las adaptaciones orgánicas y los patrones de comportamiento que están íntimamente ligados a la función dentro del sistema. El cumplimiento de la función requiere una alta especialización. Existe un nicho vertical cercano, que hace referencia a la relación predador ? presa, y un nicho horizontal cercano que hace referencia a la competencia alimenticia. Algunas características tienden a desplazarse, con el fin de identificar mejor su propio nicho.
El nicho ecológico expresa la interrelación de¡ organismo con los factores ecológicos, es decir, la posición o función de una población o parte de ella en el ecosistema. La función que cumple cada especie en el ecosistema, o sea, su nicho ecológico, es determinada por una serie de factores, siendo el principal la competencia con otras especies.


Hábitat

Hábitat, en ecología, lugar concreto o sitio físico donde vive un organismo (animal o planta), a menudo caracterizado por una forma vegetal o por una peculiaridad física dominante (un hábitat de lagunas o un hábitat de bosque). Puede referirse a un área tan grande como un océano o un desierto, o a una tan pequeña como una roca o un tronco caído de un árbol. De manera general, los hábitats pueden dividirse en terrestres y acuáticos y en cada uno de ellos se pueden establecer, a su vez, multitud de subdivisiones: así, en el hábitat acuático se puede distinguir entre hábitats dulceacuícolas y hábitats marinos, y dentro de estos últimos entre litorales, bentónicos y pelágicos. Independientemente de su extensión, el hábitat es un área o región bien delimitada físicamente. En un hábitat concreto, como un pequeño lago, un arrecife de coral o la cabecera de un río, pueden vivir varios animales y plantas.
El nicho ecológico es un concepto que abarca no sólo el espacio físico que ocupa una especie, sino también su papel o función en el sistema ecológico o ecosistema. El nicho ecológico hace referencia a todas las condiciones ambientales que una especie necesita para sobrevivir; no sólo a los factores físicos y químicos, como la temperatura, la luz o la humedad, sino también, por ejemplo, al tipo de alimentación o a la relación con otras especies. Por tanto, dentro de cada hábitat, los organismos ocupan nichos distintos. Igualmente, puede haber 2 especies que ocupen nichos ecológicos similares en distintos lugares geográficos.


El hábitat y el nicho ecológico

Dos conceptos en estrecha relación con el de ecosistema son el de hábitat y el de nicho ecológico. El hábitat es el lugar físico de un ecosistema que reúne las condiciones naturales donde vive una especie y al cual se halla adaptada. El nicho ecológico es el modo en que un organismo se relaciona con los factores bióticos y abióticos de su ambiente. Incluye las condiciones físicas, químicas y biológicas que una especie necesita para vivir y reproducirse en un ecosistema. La temperatura, la humedad y la luz son algunos de los factores físicos y químicos que determinan el nicho de una especie. Entre los condicionantes biológicos están el tipo de alimentación, los depredadores, los competidores y las enfermedades, es decir, especies que rivalizan por las mismas condiciones.
Una unidad dinámica
El ecosistema experimenta constantes modificaciones que a veces son temporarias y otras cíclicas (se repiten en el tiempo).
Los elementos bióticos pueden reaccionar ante un cambio de las condiciones físicas del medio; por ejemplo, la deforestación de un bosque o un incendio tienen consecuencias directas sobre la fertilidad del suelo y afectan la cadena alimentaría.



Biografía